Oscar Calero Lumbreas, de 7 años
de edad, fue el encargado de representar al Arcángel San Gabriel el Domingo
de Resurrección del Año 2004.
Una vez que se abrió la puerta
del templete, el niño se deslizó por la maroma moviendo los brazos simulando
un lento vuelo, para ir al encuentro con la Virgen, a la vez que se
santiguaba tres veces y arrojaba aleluyas. Todo ello ante la mirada y los
aplausos de los miles de personas que abarrotaban la Plaza.
Una vez que llegó a la altura de la Virgen, Oscar volvió a santiguarse tres
veces y pronunció con fuerza las siguientes palabras: " ¡¡Alégrate María,
porque tu hijo ha resucitado!!". A continuación le quitó el velo a la Virgen
en el Primer Intento, colocándoselo en el hombro, ante la emoción y los
aplausos de la multitud.
Muchas otras criaturas han sufrido y sufrirán
el calvario de Oscar. ¿Vamos a dejar que esto siga ocurriendo?